jueves, 22 de enero de 2009

EN UN LUGAR
DE LA MEMORIA.



“…Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia…”
Roy Batty . Blade Runner


El paseo le tranquiliza y le ayuda a olvidar sus tics. Guarda un pañuelo en el bolsillo del pantalón , uno de aquellos viejos pañuelos de hilo. Lo busca con torpeza, lo saca con parsimonia, hace un ovillo con el para limpiar las comisuras de la boca. Después, el ritual a la inversa hasta conseguir doblarlo de nuevo e introducirlo en el bolsillo. Agradezco este ritual que repite una y otra vez porque no le hace daño. Cuando no repara en su pañuelo se dedica a frotarse las manos con desesperación, dedos contra dedos, como si se lavara, hasta producirse llagas. También se pellizca los dedos como si tuviese restos de algo pegajoso. Me recuerda la forma en que se limpiaba el yeso, cuando aún trabajaba, ese yeso que tuvo que limpiar de sus manos tantas veces.

Fue diagnosticado con la enfermedad de Alzheimer hace algunos años. Desde entonces la enfermedad ha progresado en su conquista sin misericordia, arrebatándole sus recuerdos, la conciencia de lo que es real y lo que no, le ha condenado a depender de otros para las tareas más sencillas y le ha sumido en una mazmorra de confusión . Enemigo poderoso, ambicioso, sin asomo de piedad, no cejará hasta haberle exigido en cruel tributo todo lo que le permite vivir.

Anda muy despacio, con gran inseguridad. A veces se detiene y mira a su alrededor frunciendo el ceño, como si tratase de orientarse. Es sólo un gesto inútil más, en realidad no sabe dónde está aunque sólo nos hemos alejado unos metros de su propia casa.

En un principio determinamos plantar cara. Disputarle a la enfermedad cada palmo de memoria, resistir atrincherados en cada recuerdo, aferrados a la bandera de la vida, con ese mismo espíritu de lucha que el me transmitió en mi infancia : no rendirse, no perder el tiempo en lamentos, no permitir que el miedo nos impida hacer lo necesario, resistir hasta que lleguen los refuerzos.

- Tu vales mucho-

Esta corta frase me la repetía cada vez que yo enfrentaba una dificultad en mi vida, para infundirme valor en mis largas estancias en el hospital , para recuperarme de los fracasos. Era su sencilla receta de motivación a falta de poder ofrecerme una mejor ayuda y siempre la recibí con gratitud.

Detiene su paseo para mirarme y esboza una sonrisa. Transmite cariño en su mirada y su rostro amable da la sensación de que puede recordar. Pero es sólo una ilusión, un instante de brillo fugaz y sus ojos vuelven a inundarse de desconcierto. Hay momentos en que este estado de falsa lucidez dura algo más y trata de mantener una sonrisa cortés e iniciar una conversación. Pero hace ya mucho tiempo que perdió la capacidad de articular las palabras y las ideas. Sólo consigue un discurso incomprensible, lleno de tartamudeos y repeticiones, sin sentido.

Lo intentamos. Lo intentábamos hasta que me pedía con su mirada suplicante que dejará de mostrarle fotos, que dejará de interrogarle, que no insistiese más. Aquellos intentos sólo le hacían más daño y le hacían sentirse humillado frente a sus progresiva pérdida de capacidad. Y el avance enemigo continua. Llegaron las alucinaciones, las conversaciones con personajes que sólo estaban en su mente, los viajes a ninguna parte, las huidas de su propio hogar…

- ¿ Tiene Vd. Hijos?- Le preguntó el Juez, el día en que se decidía su inhabilitación legal, el día en que se juzgo su capacidad para tomar decisiones.
- ¿ Hijos…? – Dice mirando con extrañeza a su interlocutor.
- no… creo que no…,Señor –
- ¿ Conoce Vd. a la persona que se sienta a su lado?- insiste el juez señalándome.
- Su mirada se encuentra con la mía, extrañada. Tarda un tiempo en contestar.
- Creo… que… un amigo.

En otras ocasiones detiene su paseo para mirarme con desconcierto, como si de pronto hubiese descubierto algo importante y unas lágrimas amenazan con fluir. Quizá trata de recordar quién soy yo. Su rostro hace patente el esfuerzo por llegar a un recóndito lugar en su memoria, algún rincón profundo y oscuro dónde le ha parecido ver mi rostro. El esfuerzo dura apenas un momento. En aquel rincón ya no queda nada. Vuelven el gesto inexpresivo y la mirada perdida.

Apenas habla, sólo frases muy cortas y conceptos muy sencillos. Pero el piensa que mantiene largas conversaciones. Son conversaciones mudas, llenas de animados gestos, de sonrisas y asentimientos. Conversaciones sin palabras, sin sonido, sin interlocutor, sin contenido, pero cualquier observador pensaría que se encuentra en otro lugar, manteniendo una animada y productiva charla con sus seres queridos, con amigos que lo respetan y lo escuchan. A veces levanta las manos llamando a alguien que sólo está en su mente, pidiéndole que vuelva.

- ¿ Dónde vamos? – Me pregunta cuando le cojo del brazo para ayudarle a superar el bordillo de una acera.
- A casa- Respondo.

No sabe dónde está. El piensa que me refiero a la casa de su infancia. Los pocos recuerdos que le quedan se pierden en su infancia y su juventud. Recuerda a su madre, cree que sigue teniendo tres hermanos, cree que aún vive en el viejo barrio al que se llegaba desde el metro y tras media hora de caminata por el descampado. No recuerda a su mujer, mi madre. No recuerda a hijos ni a nietos. Ya no tiene amigos.

Ella, mi madre, es la gran heroína de esta historia, la última línea de defensa, la que sigue plantando cara a la enfermedad ignorando sus propios achaques. Una Agustina de Aragón que aguanta en pie, irreductible, con el lema “No mientras esté yo..”. Ella es quien le sostiene y se ocupa de todas sus necesidades, sin dejarnos casi intervenir, salvo para acompañarle en sus paseos. Le pido a Dios que yo haya heredado esa firmeza y esa fidelidad.

Le paso el brazo por los hombros y le doy unos ligeros golpecitos. Le gusta ese gesto. A medida que fue perdiendo su mente agradece más el contacto físico. Es extremadamente sensible al cariño y se ha convertido, prácticamente, en el único idioma en el que nos comunicamos con él . Cuando le cojo de esta manera, interrumpe su paseo, aparca una de sus conversaciones silenciosas y me pregunta:

-¿ Quien eres tú? – con el ceño fruncido y mirándome como un extraño que de pronto se hubiese añadido a la conversación.
- Soy tu amigo- respondo.

Se que esa respuesta le tranquiliza. Cualquier otra respuesta le habría enviado a otro viaje estéril a las lóbregas profundidades de su memoria. Esos viajes que tanto le cuesta hacer y de los que tanto le cuesta , cada vez más, volver. Asiente varias veces. Un obstáculo insignificante, un pequeño bordillo casi le hace perder el equilibrio, pero le tengo firmemente agarrado y se apoya en mí.

Me mira, me sonríe, se agarra con más fuerza y me señala repetidamente con su dedo índice.

- Tú vales mucho- dice.

No puedo contener las lágrimas. Puede haber sido una casualidad, puede que sea un recuerdo fantasmal que vaga por las frías y vacías bóvedas de su memoria, puede que en algún rincón aún quede algo, alguna imagen aislada y borrosa que de vez en cuando emerge para darle una alegría.





Vídeo de "¿ Y tú quién eres?" (2006) Antonio Mercero. Por cortesía de Luisa (Gracias).

lunes, 19 de enero de 2009

HOY TENGO UN SUEÑO





Señoras y señores, lectores y lectoras de este blog. Hoy tengo el placer de ceder la palabra a un gran conferenciante. Se trata del Reverendo Dr. Martin Luther King, ministro de la Iglesia Bautista y activista del movimiento por los derechos civiles, condecorado con el Premio Nobel de La paz en 1964. Como una víctima más del racismo y la intolerancia murió asesinado el 4 de abril de 1968, pero su voz no fue acallada y sus palabras siguen aún resonando con más vigencia que nunca.

En estos días oirán hablar de él. Desde 1986, se escogió un día cercano al de su nacimiento (el 15 de enero de 1929) como fiesta nacional, y el Congreso decretó que fuera el tercer lunes de enero. Hoy , en todos los Estados Unidos de América se conmemorara el aniversario de su nacimiento.

Oirán hablar de él y de su mensaje. No porque sus palabras y enseñanzas merezcan ser recordadas, no porque el mundo que conocemos en el año 2009 siga necesitando voces que denuncien la injusticia , la maldad, la negación de los derechos fundamentales, el racismo, el asesinato…

Oirán hablar de él porque mañana martes Barack Obama habrá completado su viaje hacia Washinton y tomará posesión del cargo de presidente de los Estados Unidos en el mismo lugar en que Martin Luther King pronunció su discurso más recordado, desde la escalinata del mausoleo de Lincoln. Por la raza del nuevo presidente, muchos verán en esta toma de posesión cumplirse una pequeña parte de aquel sueño del predicador y se le tratará como un símbolo. Hoy muchas voces dirán – El buen reverendo lo soñó y lo creyó – pero lo cierto es que el sueño de Martin Luther King aún está lejos de cumplirse y aún queda mucho esfuerzo por realizar. El buen reverendo no se habría sentido conforme, aún.

Ignoro que clase de presidente será Barack Obama. Cuando llegue a esa Casa Blanca , edificada en su día por los esclavos negros, llegará con sueños y deseos, más o menos colectivos, pero también con muchos compromisos, ataduras históricas y políticas. Al fin y al cabo ha sido elegido para mantener y proteger la “American Way of live” y no para cambiar el mundo, tarea inabarcable para un solo hombre, incluso para un país.


El valor de las palabras que van ustedes a leer es intemporal, no son más valiosas hoy por la actual situación política en EEUU. Son palabras para ser recordadas, para ser actualizadas en los conflictos de hoy, para ser puestas en práctica.

Perdónenme por esta larga introducción. Con todas y todos ustedes... el reverendo Dr. Martin Luther King:

“YO TENGO UN SUEÑO”

28 de agosto de 1963 . Escalinata del monumento a Lincoln en Washington D.C . Fragmento del discurso en la marcha sobre Washinton.

...Yo tengo el sueño de que un día esta nación se elevará y vivirá el verdadero significado de su credo, creemos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales.
Yo tengo un sueño que un día en las coloradas colinas de Georgia los hijos de los ex esclavos y los hijos de los ex propietarios de esclavos serán capaces de sentarse juntos en la mesa de la hermandad.

Yo tengo un sueño que un día incluso el estado de Mississippi, un estado desierto, sofocado por el calor de la injusticia y la opresión, será transformado en un oasis de libertad y justicia.
Yo tengo un sueño que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su carácter.

¡Yo tengo un sueño hoy!

Yo tengo un sueño que un día, allá en Alabama, con sus racistas despiadados, con un gobernador cuyos labios gotean con las palabras de la interposición y la anulación; un día allí mismo en Alabama pequeños niños negros y pequeñas niñas negras serán capaces de unir sus manos con pequeños niños blancos y niñas blancas como hermanos y hermanas.

¡Yo tengo un sueño hoy!

Yo tengo un sueño que un día cada valle será exaltado, cada colina y montaña será bajada, los sitios escarpados serán aplanados y los sitios sinuosos serán enderezados, y que la gloria del Señor será revelada, y toda la carne la verá al unísono.

Esta es nuestra esperanza. Esta es la fe con la que regresaré al sur. Con esta fe seremos capaces de esculpir de la montaña de la desesperación una piedra de esperanza.

Con esta fe seremos capaces de transformar las discordancias de nuestra nación en una hermosa sinfonía de hermandad. Con esta fe seremos capaces de trabajar juntos, de rezar juntos, de luchar juntos, de ir a prisión juntos, de luchar por nuestra libertad juntos, con la certeza de que un día seremos libres.

Este será el día, este será el día en que todos los niños de Dios serán capaces de cantar con un nuevo significado: "Mi país, dulce tierra de libertad, sobre ti canto. Tierra donde mis padres murieron, tierra del orgullo del peregrino, desde cada ladera, dejen resonar la libertad". Y si Estados Unidos va a convertirse en una gran nación, esto debe convertirse en realidad.

Entonces dejen resonar la libertad desde las prodigiosas cumbres de Nueva Hampshire. Dejen resonar la libertad desde las grandes montañas de Nueva York. Dejen resonar la libertad desde los Alleghenies de Pennsylvania! Dejen resonar la libertad desde los picos nevados de Colorado. Dejen resonar la libertad desde los curvados picos de California. Dejen resonar la libertad desde las montañas de piedra de Georgia. Dejen resonar la libertad de la montaña Lookout de Tennessee. Dejen resonar la libertad desde cada colina y cada topera de Mississippi, desde cada ladera, dejen resonar la libertad!

Y cuando esto ocurra, cuando dejemos resonar la libertad, cuando la dejemos resonar desde cada pueblo y cada caserío, desde cada estado y cada ciudad, seremos capaces de apresurar la llegada de ese día cuando todos los hijos de Dios, hombres negros y hombres blancos, judíos y gentiles, protestantes y católicos, serán capaces de unir sus manos y cantar las palabras de un viejo espiritual negro: "¡Por fin somos libres! ¡Por fin somos libres! Gracias a Dios todopoderoso, ¡por fin somos libres!"


Para leer el discurso completo:

http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/international/newsid_3188000/3188123.stm


FRASES CÉLEBRES:

"Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol."

"Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano. "

"Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda. "

"Si el hombre no ha descubierto nada por lo que morir, no es digno de vivir. "

"Nada se olvida más despacio que una ofensa; y nada más rápido que un favor. "

"Una nación que gasta más dinero en armamento militar que en programas sociales se acerca a la muerte espiritual. "

"Nada que un hombre haga lo envilece más que el permitirse caer tan bajo como para odiar a alguien. "

"Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos. "

« La última debilidad de la violencia es que es una espiral descendente, engendrando lo mismo que busca destruir. En lugar de debilitar el mal, lo multiplica. Utilizando la violencia, vosotros podeis matar al mentiroso, pero no podreis matar la mentira, ni restablecer la verdad. Utilizando la violencia, podeis asesinar al rencoroso, pero no podreis matar el odio. De hecho, la violencia hace simplemente crecer el odio. Y esto continua. Devolver el odio por el odio multiplicado al odio, añadiendo una oscuridad todavía más profunda que una noche sin estrellas. La oscuridad no puede esconder la oscuridad: sola la luz puede hacer esto. El odio no puede esconder el odio: solo el amor puede hacer esto..».

SU ÚLTIMA PREDICACIÓN.

El día de su funeral, por deseo expreso de su esposa, se leyó la que había sido su última predicación, en la misma iglesia que lo vió nacer.

Si alguno de vosotros esta presente en mi ultimo día, en el ultimo momento, no deseo ningún gran discurso. Y el que se ocupe de los elogios, por favor que sea breve. Díganle que no mencione que recibí el Premio Nobel, que no es importante. Diganle que tampoco mencione las mas de 300 distinciones que recibí en vida; porque tampoco eso es tan importante; que no hable del colegio al que asistí ni haga mención a grandes o supuestos méritos. Solo quiero que alguien recuerde que Martin Luther King, quiso dar su vida por los demás; quiero que en ese día digan que intente andar con mi pueblo; que intente dar de comer al hambriento; que intente cubrir al desnudo. Quiero que se diga que siempre intente consolar a los que estaban en prisión, que intente amar y servir a la humanidad. Si quieren, digan que fui solo como un redoble de tambor por la paz; que fui un redoble de tambor en pro de los derechos humanos, lo demás, no tiene importancia. No dejo ningún bien terrenal, tan solo quiero dejar tras de mí el recuerdo de una vida de dedicación. Si esta vida pudo alentar a alguien a sentir amor, a superarse, entonces mi vida no habrá sido en vano. Si puedo difundir con mi sacrificio el mensaje redentor como lo hizo el Señor, mi vida no habrá sido en vano.

_____

Cada uno de nosotros influye en el mundo en que vivimos, en una parcela más o menos amplia. Cuando estamos dispuestos a sacrificarnos por los demás, por los que sufren, por los que padecen la ausencia de derechos, por los indefensos, por los que son asesinados, cuando intentamos dar de comer al hambriento , cuando intentamos cubrir al desnudo, consolar a los que están en distintos tipos de prisión, cuando intentemos con todas nuestras fuerzas amar y servir a la humanidad, sacrificar el propio bien por el bien común, estaremos más cerca de cumplir el sueño de Martin Luther King y probablemente, el anhelo de gran parte de la humanidad. Por poco que podamos hacer es mucho más que no hacer nada.

Como conclusión, Señoras y señores les pido un gran aplauso para nuestro conferenciante, no con sus manos, sino con sus conciencias:

Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui huésped, y me recogisteis; Desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis á mí. Entonces los justos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos? ¿O sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos huésped, y te recogimos? ¿O desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos pequeños, a mí lo hicisteis.

Evangelio de Mateo 25:35-40



domingo, 11 de enero de 2009

UNA JOYA ESCONDIDA















Las tres primeras imágenes pertenecen a tres bocetos de portadas diseñadas por ese genio anónimo al que conocemos como Hyperion. Con su permiso las he colocado en esta entrada porque voy a hablar, por fin, del esperado primer disco de Virginia y de Labuat. Y digo "por fin" porque conocéis mis hábitos de no precipitarme, informarme y después soltar una descarga catártica sobre el tema en cuestión.

Pero antes permitidme que os cuente algo sobre mí y entenderéis la cuarta portada. El suceso que relataré vino a mi memoria por mi comentario a una entrada en el blog de Julien Sorel. Las entradas de ese fantástico blog tienen la extraña virtud de hacer que sus lectores -entre los que me encuentro- se pongan a contar su vida.

Voy a pediros que imaginéis a un muchacho en torno a los 12 años - ¡Dios mío como pasa el tiempo! - persiguiendo un single de uno de sus grupos preferidos. Por aquel entonces no era tan fácil escuchar la música que querías, en el momento en que lo deseabas. Pero si tenías acceso a un "tocata" - el mío era un modelo portátil con altavoz incorporado- y reunías unas "pelas" podías hacerte con un disco de vinilo y escucharlo hasta la saciedad o hasta que el material de los surcos resistiese. Eso o andar siempre de prestado. No haré comentarios sobre la calidad del sonido por no entristeceros.

Antes de que os venga a la mente la frase "venga abuelo, ve al grano", os diré que el disco que buscaba era un single de Deep Purple titulado "Never Before". Tenía unos riffs brutales de guitarra y yo estaba aprendiendo, a duras penas, a tocar. Pero aquel single era algo más, era un emblema, una bandera, una seña de identidad...había que tenerlo y el LP aún más, claro, pero no estaba a mi alcance. Por fin lo conseguí en una tienda de discos y no me refiero a una manta en el suelo. Puede que la generación del e-mule y el You Tube no me crea, pero antes había tiendas en las que sólo se vendían discos y cassetes. Eran lugares maravillosos en los que podías escuchar los temas, ponerte unos "cascos" durante una hora ante un estéreo sin que nadie te mirase con aire de sospecha, hablar de música con el dependiente y si había suerte, con la dependienta, que además entendían de música y todo por el módico precio de comprar algo de vez en cuando y ser amable.

Aquél disco me reservaba una sorpresa. Una canción en la cara B titulada "when a blind man cries". Un descubrimiento, una maravilla de canción, un blues que quería ser rock o un rock con raíces de Blues, triste, melancólica, bella... ¿Cómo no había reparado antes en ella? Creo que desde entonces cada vez que espero un nuevo disco busco estos dos elementos: Lo que quiero, lo que espero recibir y la expectación por lo nuevo que viene a sorprenderme. Y desde hace muchos años ambos aspectos se han convertido en mi criterio de valoración.

¿ Qué tiene que ver todo esto con el próximo disco de Virginia Maestro, el disco de Labuat? Ahora me imagino a los "puristas" señalándome con su dedo acusador por comparar a Deep Purple con Virginia Maestro. Como aquellos que en su día pidieron mi cabeza por entender que estaba comparando "El juego de Ender" de Orson Scott Car con "Operación triunfo". A todos ellos le digo; una cosa es la comparación y otra muy distinta la ilustración. Esta experiencia de mi adolescencia servirá, señoras y señores del jurado, para ilustrar mi opinión acerca las expectativas que el anhelado disco está provocando, pero ni para bien ni para mal estoy comparando... créame señoría, soy inocente.

Espero el disco de Virginia (y de Labuat) con expectación. Al igual que me sucedió con aquel single es un disco que quiero tener. Para mí tiene un valor simbólico, posee la extraña característica de ser un premio y al mismo tiempo un comienzo. Espero encontrar la misma voz especial que me atrapó, su forma de sentir e interpretar la música, como si te cantara al oído. Espero una producción cuidada, musical y visualmente, que potencie las cualidades de Virginia y no verla simplemente incluida, como una pieza más, en un proyecto que pretenda ser original y novedoso. Finalmente espero una gran influencia de estilos como el blues, jazz y soul, más que nada, por la ilusión que me haría un disco así y porque creo que son los estilos en los que mejor puede brillar.

Es muy difícil no depositar grandes esperanzas en este disco, sobre todo porque le precede un ambiente de celebración, por la espera y porque el nivel de expectación es muy alto, alimentado además con esas pequeñas píldoras que más que informar parecen diseñadas para ir pulsando la opinión del público que espera la apertura de telón. Es el ambiente propicio para que las expectativas de los admiradores se disparen, máxime cuando se tiende a convertir en sublime todo lo que tiene que ver con Virginia.

Sin embargo este disco tiene difíciles retos por delante. Es una apuesta por una propuesta novedosa, al menos por lo que parece, una búsqueda de identidad en un mercado muy complicado. Me da la sensación de que sus propios admiradores somos paladares difíciles de contentar, a pesar de nuestra incondicionalidad, lo cuál tiene su parte positiva pero eleva el nivel de exigencia. Por otra parte nos gustaría ver a Virginia desenvolverse en estilos muy complejos, como una artista con años de tablas, que además nos deleite con temas propios, que se note su impronta en este primer trabajo...

Cuidado con las expectativas. Esas traidoras que nos hacen forjarnos una imagen previa llena de sueños e ilusiones y nos impiden disfrutar del verdadero valor de lo que tenemos entre manos. Sucede en todos los órdenes de la vida. No pidamos en este primer disco el trabajo y la evolución que tendrá que llegar en los diez siguientes. Habrá cosas en este primer trabajo que no nos gusten o que nos gusten menos de lo que esperábamos. Lo importante es que tanto el disco, como las giras y sus apariciones en los medios generen nuevos admiradores y ese espacio propio de crecimiento para el proyecto Labuat, de manera que podamos comprar pronto el segundo, el tercero, el cuarto...

Yo personalmente mantengo mi ilusión en este disco, procuro mantener las expectativas bajo control y albergo la esperanza de encontrar alguna joya escondida, como aquel tema de Deep Purple, hace tantos años... o como aquella chica de ojos azules a la que un día oí cantar en una edición de Operación triunfo que ni siquiera pensaba ver.

Con cariño.
Ulyses.


miércoles, 7 de enero de 2009

ELEGIR





Ulyses, te debía una entrada. Y te prometí un cuento. Me gustó muchísimo tu relato de la guitarra robada pero Lilli quería una historia de amor chico-chica. Y también se la prometí a ella. Espero cumplir con los dos. Yo pretendía hacer algo muy alegre, pero me salió esto tan triste, por eso he esperado a que terminaran las fiestas para ponerlo. Espero que os guste, está inspirado en las últimas estrofas de un poema de Benedetti. “Rostro de Vos” se llama y estos son los versos:

Las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van
no queda nada.


Ya mi rostro de vos
cierra los ojos.

Y es una soledad
tan desolada.

ELEGIR


No miraba a nadie. La cabeza hundida, con un pesar que la atraía obstinadamente al suelo. Soportando el dolor que la partía en dos mitades. Las luces de la calle diluían el perfil de los edificios y tras sus ojos acuosos la multitud perdía consistencia y cada figura, cada árbol, temblaba con las lagrimas que intentaba contener.
La vergüenza se aliaba con el dolor, ¿Por qué no podía impedir al menos la humillación de la aflicción pública?
Hacía solo unas horas se había obligado a si misma a elegir. Y cada paso que había dado desde entonces era más y más penoso. Vio su perfil en el escaparate de una vieja tienda y se encontró hermosa. Se había marchado tan deprisa que aun llevaba el cabello suelto. Una bufanda roja y una boina le daban ese especto que a el tanto le gustaba y que ella cuidaba con mimo cada vez que se encontraban. Las altas botas alargaban su menudo cuerpo y torturaban sus pies tras el largo caminar.
¿Cómo había llegado a esta situación? Guardaba el olor de todos los minutos, la textura de las caricias robadas…Supo desde el principio que esa historia no tendría un final feliz, pero también que no podría dejar de vivirla hasta la última gota de hiel. Se recordaba como un cachorrito buscando amo, tras el, junto a el, mirándolo con adoración, pendiente de sus gestos, saltando de gozo ante la mano dulce que le alisaba el pelo.
Percibió el lejano sonido de los habitantes de la noche, las hirientes carcajadas de los borrachos. El susurro de los míseros cartones que cubrían el cuerpo de los vagabundos, dormidos en iluminados cajeros de opulentos bancos. El camión de la limpieza tronaba unas manzanas más abajo. Los bares cerraban sus puertas indiferentes a su soledad y unos jovencitos de esbelta silueta se besaban inmisericordes, agotados en un único aliento.
Le dolió aquella escena, le dolió el deseo de los adolescentes, le dolía sobre todo su propio deseo, que no cesaba, que se le clavaba agujas en el vientre, y reclamaba nuevos abrazos, besos eternos y fieros como ofrenda para aliviarlo. No había otro remedio para su angustia, besos como los que había dado tan solo unas horas antes y que tenía la certidumbre de que no se iban a repetir.
Sonrió ante el recuerdo de sus ojos, tan risueños, tan divertidos. Ni ante la despedida perdieron para ella ese suave deje de ironía y dulzura.
¡Que relación tan extraña! Al principio fue entre iguales, plena de complicidad. La dicha de la entrega sin culpas, la emoción de reencontrar la carne les bastaba para llenar sus tardes, las noches a escondidas. Eran antiguos amigos, pobres ilusos que creyeron que podían vivir su amistad de esa manera. Poco a poco, un amor loco, que le rugía en el alma fue apoderándose de su tiempo…la necesidad sustituyó al encuentro furtivo, la avidez a la serenidad. Hambrienta de sexo, sedienta de ternura, las horas sin su amante las llenaba rememorando abrazos, oliendo en su piel el recuerdo de la esa otra piel, tan deseada, tan cálida…
¡Que tontos!, ¡pero que tontos fueron! Sin amor no hay remordimientos, los momentos robados son fugaces. Enamorarse fue una losa…Ninguno de los dos era libre, cada uno comprometió su vida hacia largo tiempo. Y esas vidas estaban completas en torno a otros seres, a otro trabajo, a otro mundo. Quererse tanto los obligó a elegir.
En su corazón peso más el amor, en la cabeza de el la comodidad.
-Podemos vernos de vez en cuando. Mañana mismo si quieres. Dejemos pasar el tiempo y todo será como antes…
Ese fue su argumento, su alternativa a la entrega absoluta. Dijo que no…y se fue en la noche, dejo atrás el pequeño piso, la masculina habitación, la estrecha cama…y un dolor sin nombre, como no había conocido le partió en dos el cuerpo.
Lentamente inicio el camino de vuelta a casa. A su ordenada, limpia y luminosa casa. Al silencioso mundo del que procedía.
Gracias a Dios su marido no estaba. Probablemente alguna vecina estuviera al acecho. El ruido del ascensor a esas horas era un bocado sabroso para sus aburridas mentes.
En un vano intento de deshacerse de su aroma abrió la ducha, limpio su cuerpo y se metió en la cama. Cuando oyó la llave en la puerta, cerró los ojos y espero una caricia furtiva del esposo engañado. Sintió el aguijón del remordimiento. Recordó que un día, no hace mucho tiempo, lo quiso.
-¿Estás despierta?
-Si, buenos días cariño.
-Has vuelto a dejarte encendida la luz del cuarto de baño. No aprendes.

Eso era todo. Se levantó, fue al ordenador que tenía en la esquina de su dormitorio, tecleo la dirección, le envió un mensaje:
-Mañana de nuevo, amor.