DESEOS DE FELICIDAD
La verdad es que me cuesta un poco felicitar en estas fechas. Y no es porque carezcan de un especial sentido para mí, que lo poseen y en abundancia, sino por el distinto significado que tienen para cada persona.
Para unos significa la oportunidad de tener vacaciones, un paro reversible, una oportunidad de descanso o de cansancio a la carta que es el mejor de los cansancios. Para otros, sin embargo, implicará la rotura de la bendita y segura rutina , monótona luego predecible y desearán su regreso.
Para unos significa la oportunidad de gastar algo más en caprichos disfrazados de necesidad o compromiso. Los templos contemporáneos son las grandes superficies comerciales y en estas fechas se llenan de fieles dispuestos a rendir pleitesía . Para otros supone la maldición de sentirse más pobres, mas aislados, más desgraciados y más diferentes. Para unos es la oportunidad de ser solidarios, generosos y recordar las necesidades y carencias de otros que se preguntan porque esa solidaridad no ha llegado antes. ¡Con lo largo que es un año!.
Unos dirán que lo importante son los encuentros familiares. Otros temen precisamente eso. Unos vuelven a casa por Navidad en tanto a otros se les sigue añorando. Para unos estas fechas traen felices recuerdos de la infancia, otros las odian por traerles ciertos recuerdos que les gustaría enterrar para siempre, como víctimas de un inoportuno y molesto espíritu de la Navidad de Dickens. Hay familias que sienten la necesidad en estas fechas de hacer algo juntos, que sea especial y “navideño”. Para unos significan propósitos de vida nueva. Para otros la oportunidad de regodearse en los viejos hábitos.
Para unos estas fiestas tienen un profundo sentido religioso. Otros sustituyen la religión por superstición. Para otros simplemente se trata de festejar que un año más siguen vivos los proyectos, las expectativas, las metas y anhelos. Para otros no significan nada en absoluto.
Por tanto no se como felicitaros, ni qué felicitar, salvo desearos eso mismo, FELICIDAD o al menos, la posibilidad de seguir luchando por alcanzarla, tal y como cada uno la entienda. Os envío sinceros deseos de felicidad y que esa felicidad incluya amigos, salud, prosperidad, amor, solidaridad, sueños que son metas y metas que son sueños…
Desde hace dos mil años mientras unos celebran el solsticio de Invierno, otros aprovechaban para celebrar en las catacumbas el nacimiento de Jesús de Nazareth. Para mí, como cristiano – a secas, sin apellidos y sin denominación de origen- la navidad es una oportunidad más de recordar el mensaje de Jesús, un mensaje y un desafío para vivir de forma diferente. Un mensaje que sigue patente cada día, no sólo en estas fechas.
Así que en mi particular felicitación quisiera añadir unas palabras que aunque son antiguas no dejan de tener para mi un imperioso sentido de actualidad:
¡Gloria a Dios en las alturas! Y en la tierra Paz, buena voluntad para con los hombres.
(Lucas 2:14)
Para unos tendrán sentido, para otros no… en cualquier caso os las dedico con especial cariño.
La verdad es que me cuesta un poco felicitar en estas fechas. Y no es porque carezcan de un especial sentido para mí, que lo poseen y en abundancia, sino por el distinto significado que tienen para cada persona.
Para unos significa la oportunidad de tener vacaciones, un paro reversible, una oportunidad de descanso o de cansancio a la carta que es el mejor de los cansancios. Para otros, sin embargo, implicará la rotura de la bendita y segura rutina , monótona luego predecible y desearán su regreso.
Para unos significa la oportunidad de gastar algo más en caprichos disfrazados de necesidad o compromiso. Los templos contemporáneos son las grandes superficies comerciales y en estas fechas se llenan de fieles dispuestos a rendir pleitesía . Para otros supone la maldición de sentirse más pobres, mas aislados, más desgraciados y más diferentes. Para unos es la oportunidad de ser solidarios, generosos y recordar las necesidades y carencias de otros que se preguntan porque esa solidaridad no ha llegado antes. ¡Con lo largo que es un año!.
Unos dirán que lo importante son los encuentros familiares. Otros temen precisamente eso. Unos vuelven a casa por Navidad en tanto a otros se les sigue añorando. Para unos estas fechas traen felices recuerdos de la infancia, otros las odian por traerles ciertos recuerdos que les gustaría enterrar para siempre, como víctimas de un inoportuno y molesto espíritu de la Navidad de Dickens. Hay familias que sienten la necesidad en estas fechas de hacer algo juntos, que sea especial y “navideño”. Para unos significan propósitos de vida nueva. Para otros la oportunidad de regodearse en los viejos hábitos.
Para unos estas fiestas tienen un profundo sentido religioso. Otros sustituyen la religión por superstición. Para otros simplemente se trata de festejar que un año más siguen vivos los proyectos, las expectativas, las metas y anhelos. Para otros no significan nada en absoluto.
Por tanto no se como felicitaros, ni qué felicitar, salvo desearos eso mismo, FELICIDAD o al menos, la posibilidad de seguir luchando por alcanzarla, tal y como cada uno la entienda. Os envío sinceros deseos de felicidad y que esa felicidad incluya amigos, salud, prosperidad, amor, solidaridad, sueños que son metas y metas que son sueños…
Desde hace dos mil años mientras unos celebran el solsticio de Invierno, otros aprovechaban para celebrar en las catacumbas el nacimiento de Jesús de Nazareth. Para mí, como cristiano – a secas, sin apellidos y sin denominación de origen- la navidad es una oportunidad más de recordar el mensaje de Jesús, un mensaje y un desafío para vivir de forma diferente. Un mensaje que sigue patente cada día, no sólo en estas fechas.
Así que en mi particular felicitación quisiera añadir unas palabras que aunque son antiguas no dejan de tener para mi un imperioso sentido de actualidad:
¡Gloria a Dios en las alturas! Y en la tierra Paz, buena voluntad para con los hombres.
(Lucas 2:14)
Para unos tendrán sentido, para otros no… en cualquier caso os las dedico con especial cariño.
Feliz Felicidad.
Ulyses23
PD.: Y muchos éxitos, Labuat.