viernes, 20 de febrero de 2009

Virginia Maestro y Labuat

VIRGINIA MAESTRO Y LABUAT.




Hacía tiempo que no me ponía la armadura de Ulyses23. Con esto quiero anticiparos que me dispongo a escribir un artículo a la antigua usanza, como aquellos textos interminables que me soportabais en el foro de T5 quiénes andabais por allí. Creo que pocas veces he recibido una muestra de cariño tal y eso que advertía previamente de la longitud de mis escritos. Hoy procuraré ser algo más breve, pero igual de intenso.

También acostumbraba a servirme de algún ejemplo, de alguna ilustración que sacaba del mundo del cine. Hoy también traigo una.

La diferencia con otras ocasiones, tengo que confesarlo, es que hoy tengo cierto miedo por lo que voy a decir. Y eso que estoy en este blog y me siento rodeado de amigos y amigas. Tengo miedo de no ser entendido, de ser malinterpretado. Pero… estos son los riesgos de ir por ahí como Ulyses23. Vamos allá. Sólo os pido; por favor, leedme hasta el final.

Una de mis películas preferidas es “Un gángster para un milagro” dirigida por Frank Capra en 1961. Nos cuenta la historia de una pobre vendedora ambulante, la entrañable Annie manzanas, interpretada por Bette Davis y un gángster supersticioso que necesita las manzanas de Annie para sentirse seguro, interpretado por Glenn Ford. Seguro que ya os va sonando. El caso es que Annie, una indigente con problemas de alcohol tiene una hija, educada en el extranjero, con la que mantiene correspondencia y vive en el convencimiento de que su madre es una viuda de la alta sociedad norteamericana. La trama surge cuando su hija le anuncia su llegada inminente junto con su prometido y la familia de éste con el propósito de conocerla. Annie teme la decepción de su hija cuando sepa la realidad, pero aún peor es el temor de que se pueda frustrar el futuro de su hija y su inminente matrimonio.

Una pandilla de contrabandistas de buen corazón, con Glenn Ford a la cabeza deciden montar toda una parafernalia para convencer a hija, prometido y familia de que Annie es efectivamente un miembro de la alta sociedad. No puedo contar nada más sin llenar todo esto de Spoilers.

Lo que esta película, este cuento entrañable de Capra nos enseña, entre lágrimas y risas es que Annie no era la dama de alta sociedad que trataban de simular, pero tampoco era la vendedora de manzanas triste y dejada. La verdadera Annie habitaba en un lugar intermedio entre esos extremos y era una mujer bella y entrañable.

Ahora es cuando viene la ilustración, que no la comparación. Me pregunto si no estaremos actuando como esos “contrabandistas buenos”. Me refiero a los fans, seguidores, admiradores… y estamos tratando de construir una Virginia a nuestra imagen, lo que deseamos de ella, ignorando lo que es en realidad y lo que ELLA QUIERE. Guiados por el cariño y la admiración podemos estar actuando como si tratáramos con la Virginia de dentro de cinco años y no con la Virginia de AHORA.

Y el caso es que nuestra Virginia de febrero del 2009 es maravillosa. Es una cantante que EMPIEZA en el mundo discográfico, forma parte de un equipo muy profesional, con una idea clara en cuanto al producto que quieren lanzar al mercado, quizá menos en cuanto a la acogida del propio mercado. Hay una apuesta definida por un disco de estilos, buscando mezclar lo original con lo evocador. Hay una clara intención de romper con la imagen del concurso de talentos, de empezar desde abajo, sin trampa ni cartón, con el tiempo y el esfuerzo que ello requiera. De ganarse el respeto del mundillo musical y discográfico. Tiene la oportunidad de lanzar un tema y medio de elaboración propia y es indudable, y esto lo sabe quién está relacionado con el mundillo de la producción musical, que los temas se tienen que adaptar a las características y personalidad de la intérprete. Esta es la situación actual de Virginia. Es mucho más de lo que hubiese recibido de seguir por la senda marcada de Operación triunfo si Labuat no hubiese intermediado.

Tiene muchos obstáculos contra los que tiene que luchar. Tanto ella como Labuat, especialmente Risto, son considerados un producto de Tele 5. Llevan el olor a OT todavía impregnado. De ahí la ignorancia de otros medios hacia este proyecto y la fuerte oposición que van a encontrar a lo que se añade la propia capacidad de Tele 5 de obstaculizarse entre ellos mismos. El éxito depende de muchos factores, pero el éxito de este proyecto va a requerir un esfuerzo extra de paciencia, tesón y aguante a una crítica que va a ser despiadada. Esta es la situación AHORA.

A veces me pregunto cómo impactan en Virginia nuestras manifestaciones. No sé cuánto nos lee, ni el tipo de comentarios que le llegan. Lo cierto es que por sus cartas percibo que nuestra opinión le importa. Por determinados ingredientes del proyecto me da la sensación de que su equipo también tiene en cuenta las opiniones vertidas. Somos actualmente el único referente hasta que el disco llegue al mercado y existan estadísticas reales de venta.

Me pregunto cómo le llegaran tantas ilusiones, expectativas, criterios y gustos dispares y que impacto tienen. A veces la imagino como aquellas viñetas de los cómics de Spiderman, en los que el héroe aparecía en el centro rodeado de los rostros de las personas que formaban parte de su vida, cada uno haciendo su exigencia, para simbolizar la presión de que era víctima. Esta imaginación mía, que me juega malas pasadas.

Pero me pregunto si no ha sido esto lo que ha motivado su última carta “ en diferido” , ese “diles que…” que nos ha llegado y que parecía una llamada a la tranquilidad, con una velada promesa o lejana posibilidad de un disco de temas propios cuando aún no hemos paladeado el primero.

Si yo estuviese en su lugar me gustaría que la información que me llega de la gente que me apoya es que tengo espacio y que tengo tiempo. Eso es lo que mi entrañable Julien Sorel ha llamado “margen de confianza” en el foro.

Espacio para probar, para intentar cosas nuevas, para experimentar, fracasar y volverlo a intentar. Esto no significa ser incondicional, sino pacientes, no significa sacrificar nuestros gustos y criterios musicales, pero si juzgar su trabajo con cierta benevolencia y de forma global, sin disecciones, ni lupas ni microscopios de aumento. Significa que le “permitamos” tratar de llegar a otros públicos y publicitarse en todos los medios que encuentre a su alcance. Darle el derecho a empezar de cero, como cualquiera de las personas que están intentando llegar al mercado musical. Porque la fama que tiene actualmente es una ventaja, pero también es un hándicap importante.

Dejemos que Virginia sea Virginia. Dejemos que crezca. Probablemente en unos años veremos todo lo que le pedimos, con todo el cariño, ahora. Que disfrutemos y que disfrute del proceso y que no intentemos acelerarlo y convertirla de la noche a la mañana en la nueva reina de la Motown. No seamos como aquellos cariñosos gángster de Annie Manzanas, aún con toda nuestra mejor intención, porque podríamos estarnos perdiendo la Virginia ( Y el Labuat) de ahora, de los comienzos, con toda su belleza. Aún puede mejorar como intérprete, aún puede presentarnos composiciones suyas, aún hay que vivirla en un directo exclusivo, ¡Quedan tantas cosas que disfrutar…!

Quizá sea por las personas que he podido “conocer” en todo este proceso. Quizá sea el privilegio de poder tener un blog dónde compartir mis escritos y recibir vuestras opiniones. Por disponer de un foro excepcionalmente administrado y moderado. Por conocer otros blogs que son como mi casa. Puede ser por las emociones que vivimos a través de la empatía que desarrollamos con Virginia. Quizá por todas estas cosas es que siento que toda esta odisea que empezó en la primavera del 2008 ha merecido la pena. Como admirador me siento pagado, no exijo más, aunque esto no me impide mantener grandes esperanzas.

Yo hubiese esperado un disco con otros estilos y con otros arreglos. Mis amigos se extrañan de que me guste Virginia, cuando me consideran más Heavy que el Eddy de Iron Maiden ( Para los no iniciados significa MUY heavy), un amante del Blues y un adicto a la música clásica. Pero es que soy capaz de apreciar otros estilos, otros tipos de intérpretes, de disfrutar otros tipos de música, siempre que tenga un mínimo de lo que yo entiendo como calidad.

Yo esperaba otra promoción. Mayor compromiso de Mr. Sony. Veremos la promoción que prometen a partir de del lanzamiento del disco. No me esperaba la torpeza de los anticipos de los temas. ¿ Era necesaria más expectación? ¿ No había suficiente? ¿ Sirven para otra cosa esos anticipos que para decepcionar o para crear falsas expectativas?

No trato de influir en nadie. No quiero convenceros de que cambiéis vuestro gustos, ni aceptéis menor calidad, ni os conforméis con poco, tampoco que compréis un producto que no os convence. Nunca juzgaré el tipo de admirador que sois, ni vuestro nivel de fidelidad o compromiso y por supuesto respetaré todas las opiniones. Creo que es bueno que todas las opiniones se expresen con sinceridad, aunque sin amargura ni decepción. No… no voy a intentar convenceros de nada de eso.

Sólo voy a haceros una petición. Dos en realidad. Una es que sigamos disfrutando del proceso de ver a Virginia crecer como artista, con sus virtudes y sus carencias. Puede que nuestra Virginia de ahora nos guste más que la que hemos querido crear. La otra es que el próximo día 24, cuando hayamos escuchado completo el disco, antes de meternos en profundos análisis, demos a esta chica y a su equipo un fuerte aplauso.

Señoras, señores con todos Uds. Virginia Maestro… Labuat, en su primer trabajo.

(Os dije que intentaría ser breve no que lo fuese a conseguir.)


domingo, 15 de febrero de 2009

LA PRINCESA Y EL GUERRERO.





La primera vez que la vi jugueteaba nerviosa con sus manos. Izquierda contra derecha en batalla singular. El largo pelo cubría su cara, la mirada triste, las uñas mordidas, un jersey de cuello alto en el que se ocultaba hasta la nariz. Escondida, como hacen los pequeños que creen ser invisibles si se tapan los ojos. Me presenté y pregunté su nombre. Me parecía una buena forma de empezar la conversación.

Una densa bruma se mezclaba con el humo de los restos del poblado y formaban una blanca cortina. No podía decir cuanto tiempo pasó desde que salí de mi escondite. Me quede allí, incapaz de soltar una lágrima y sin saber dónde ir. El horror de saber a mi familia perdida, ver mi poblado ardiendo y masacrado, todo mi mundo destruido es más de lo que podía soportar. Sólo pensaba en quedarme entre aquellos restos a esperar la muerte.

Entonces vi su figura atravesando la niebla. Al principio temí la vuelta del horror. Era un guerrero, sin duda, aunque no se parecía a las alimañas que habían arrasado mi hogar. Llegó hasta mí. Se agachó para ponerse a mi altura, dejó su lanza y su escudo a un lado y se quitó el casco con lentos movimientos.

- ¿ Cómo te llamas?- me dijo.

Le tendí una mano que no llegó a estrechar. Me fijé en su pelo sucio y mal arreglado, su delgadez, la forma descuidada de vestir. Su miraba siempre dirigida al suelo. Aparté la sensación de pena. No era buena aliada en estos momentos. Armándome de fría profesionalidad le pregunté si sabía para qué nos habíamos reunido.

- Creen que estoy loca.- contestó.
- ¿ Y tú qué opinas ?- pregunté

Me miró por primera vez a los ojos, diría que con curiosidad. Sus ojos eran grandes y expresivos, una nariz larga y estilizada, unos labios generosos que tiende a esconder hacia dentro. Es una joven muy guapa, aunque ella no lo cree. Se encogió de hombros y cruzó los brazos. Fue toda su respuesta durante un rato, finalmente, ante mi silencio, añadió:

- Pregúntaselo a ellos.

Ellos. Ellos son sus profesores, para la mayoría constituye un caso perdido. Ellos son los servicios sociales, que la catalogan como un problema. Ellos son sus abuelos, con los que vive y que dicen no saber qué hacer. Ellos son el padre que la abandonó y su madre internada en un centro de rehabilitación. Ellos son los compañeros de clase que se ríen de ella, la rechazan, la apartan o acosan sin ninguna piedad. Ellos son también el barrio marginal en el que vive dónde sólo importa uno mismo.

- ¿ Tienes familia… en alguna parte ? - Me preguntó, mientras miraba la devastación a su alrededor.
- Mis abuelos … viven lejos, junto al monte Pelion.

Se queda pensativo y silencioso mirando a un lejano lugar en el horizonte. Por un instante desee que siguiese su camino y se olvidará de mí. Pero la perspectiva de volver a encontrarme sola en un mundo arrasado sin otro destino que la desaparición, de pronto, me aterraba. Temí que se marchara sin mí a un mundo que yo desconocía.
“¡Llévame contigo…ayúdame! “ era mi grito interior, sin que una sola palabra saliera de mi boca.

- Puedes quedarte aquí y morir, si es lo que deseas. Eso es lo que ocurrirá. También puedes venir conmigo. Será una travesía difícil y tendremos que luchar. Tú decides – dijo, mirándome a los ojos.

Simplemente se levantó. Cargo a su espalda el redondo escudo, empuñó la lanza y comenzó a caminar sin mirar atrás ni un solo instante. Me costó un tiempo alcanzarle. Comenzar este viaje era una de las pocas cosas que me hacía ilusión en mi vida.

Fue el comienzo de días muy duros, especialmente para ella. Demasiadas cosas a resolver y serias dudas por mi parte de si realmente estaba decidida a intentarlo. Durante años su único recurso había sido escapar de las situaciones o responder con violencia, incluida la violencia contra ella misma. No estaba dispuesta a colaborar, respondía a todo con monosílabos, no creía en absoluto que esta terapia se sirviera para nada y yo no me consideraba la persona adecuada para ayudarla.

- No le importo a nadie – Me dijo en una ocasión. Es un principio, una llamada de auxilio, muy profunda , pero al menos, un resquicio por el que entrar, una pequeña luz al final del tunel.

- ¿ Y a ti? ¿ Te importa alguien?- pregunto.

No esperaba la pregunta. No tenía la respuesta . Creo que hace mucho que cerró ese hueco para el amor y la amistad, por pura supervivencia.

- Yo pensaba lo mismo que tú- digo. Ella me mira con sorpresa. - También me sentía rechazado de niño.

Yo también llegué a creer que era un rechazo justificado. Es duro volver a abrir esa herida. La cicatriz es más endeble de lo que pensaba. Mis problemas de salud y un crecimiento tardío me convirtieron en la víctima perfecta para el típico grupo de acosadores. Recuerdo el terror que suponía ir al colegio cada día y el esfuerzo que suponía ocultar mis sentimientos, la multitud de motes dolorosos, las burlas, el desprecio, el ser catalogado como “un niño raro” por los adultos, que conviertan tus virtudes en defectos, tener que sacar malas notas para conseguir que te dejen en paz, mentir para que te presten un poco de atención aquellos que te ignoran. Asumir el papel de culpable, considerarte en verdad “raro” y atribuirte la causa de tus males. Es poco en comparación con lo que ella ha sufrido, pero ya es un vínculo, un principio de identificación…

El camino es duro y está lleno de peligros. El se preocupa por mí, aunque aparenta no hacerlo. Durante el día parece ignorarme, pero siempre está atento a cualquier amenaza, siempre se expone el primero y elige los caminos menos vigilados. Se obliga a descansos que él no necesita. En la noche me arropa cuando cree que duermo y mantiene vivo el fuego. Ver su esfuerzo hacia mí me da un motivo para sobrevivir.

Una de aquellas noches pude ver sus heridas a la tenue luz de la llama. Profundas cicatrices de las batallas vividas.

- ¿ De qué tienes tantas cicatrices? – le pregunté en una ocasión.

No le imaginaba hablando de si mismo. Siempre era él quién preguntaba. Pero me sorprendió. Me habló de sus sufrimientos, me contó los momentos en los que también quiso desaparecer, sus anhelos y sus temores tan similares a los míos, me habló de las heridas recibidas, algunas muy profundas y lo que tardaron en curar, me hablo del día en que decidió dejar de ser una víctima y convertirse en guerrero…

Algo empieza a cambiar. Hay progresos. Un oportuno cambio de centro le ha dado la oportunidad de empezar de nuevo. Sus esfuerzos comienzan a dar fruto, en sus estudios, también en sus habilidades para relacionarse.

Dos ángeles se han unido a nuestra causa. Una de sus profesoras y una trabajadora social, codo con codo, incansables, como hadas de cuento colaboran para transformar a nuestra Cenicienta en una princesa. Sin varita mágica el proceso es desesperantemente más lento, aunque suplen su ausencia con paciencia y cariño. Es increíble lo que pueden hacer un cambio en la forma de vestir, un poco de maquillaje y algunos buenos y oportunos consejos femeninos. Tienen efectos sorprendentes. ¿ Cómo no se me pudo ocurrir…? ¿ Dónde habéis estado hasta ahora, hadas buenas?

Aquel día me tenía preparada una inesperada sorpresa. Puso ante mí una carpeta llena de hojas manuscritas.

- Son cosas mías. Me gustaría que las leyeses -.

Y las leo. Aquella carpeta contenía su alma. Era como leer directamente de su corazón. Descubro de golpe años de gritos en el silencio, un torrente de sentimientos contenidos. Todo el dolor que no ha sido capaz de expresar hasta ahora y la coraza que tuvo que fabricar. Pero hay más. También descubro una imaginación desbordante , una gran belleza en su forma de escribir, un deseo ardiente de ser querida y aceptada…

Hablamos mucho y compartimos historias. Le agradan mis cuentos y eso me hace sentir orgullosa. A mi también me gusta escucharle. Cuenta historias preciosas, reales o no. Nunca había hablado tanto con otra persona.

También me enseña a luchar. Me enseña que lo importante no es la fuerza ni la destreza, tampoco lo es la apariencia ni lo que piensen los demás. Me enseña la importancia de la inteligencia, de saber medir las fuerzas y de los hábitos que se obtienen con perseverancia. Me enseña que cualquier dificultad se puede superar si no nos dejamos atemorizar y buscamos con paciencia una solución. Me enseña a quererme y aceptarme tal como soy para que yo también pueda querer a otros. Me convence de que nuestro valor no depende de cómo nos valoren los demás.

Tras meses de viaje hemos llegado a la aldea. Ahora Tengo una nueva familia y nuevos amigos. Personas que me cuidan y se preocupan por mí. Adquiero también la responsabilidad de cuidarlos porque ahora yo también soy una guerrera. Pronto estas profundas heridas se convertirán en cicatrices y podré ser yo quien ayude a otros.

Él… se marcha. Tiene que proseguir su camino…

Tras arduos meses llega el momento de la despedida. Ha hecho grandes progresos y debe continuar sola. Ahora tiene a su familia y sus amigos. Veo ante mi una preciosa joven, de amplia y sincera sonrisa que ya no se esconde ni aparta la mirada.

- ¿ Volveremos a vernos, verdad?- Me pregunta

Ella sabe cómo encontrarme. Sabe que cuando lo necesite acudiré a su lado, pero también sabe que es preferible que afronte ella misma las dificultades y las decisiones a partir de ahora. Quiere asegurarse de que ese vínculo seguirá vivo. Busco en el bolsillo interior de la chaqueta y saco mi pluma, compañera inseparable. Le llamaba mucho la atención verme escribir con pluma y comentaba que algún día ella lo intentaría también.

- Para ti- le digo- No es un regalo, es un préstamo. Cuídala hasta la próxima vez que nos veamos. Tendrás que escribir con ella, así te acordarás de mí…

Estamos frente a la costa. Me he negado a contener las lágrimas. Es el día de su partida.
- ¿ Nos volveremos a ver?- pregunto.

El mira a lo lejos, hacia el horizonte, como siempre que piensa mucho su respuesta. Recoge una lágrima con sus dedos. A veces, cuando lloraba, hacia este gesto y me decía que las guardaba para cambiarlas por perlas. Así conseguía robarme una sonrisa.

- Algún día volveremos a vernos. Mientras tanto quiero que tengas algo - Me tiende su espada. Lleva tallado su nombre y sé que es única para él. Prometo cuidarla como un tesoro hasta que vuelva a pedírmela.

Veo su barco alejarse hacia el atardecer, las velas extendidas tratando de alcanzar el Sol sobre un mar de fuego.

- Algún día volveremos a vernos.- repito

En las noches frías, frente al fuego de la aldea, cuento una de las historias que él me enseñó y con más cariño recuerdo. Habla de un príncipe que tuvo que huir de su reino siendo muy niño. En la huida, la nodriza que lo llevaba lo dejó caer. Durante años vivió impedido y olvidado en el Reino del silencio. Un día, un Gran Rey supo de él gracias a un sueño y ordenó a sus súbditos que buscarán día y noche hasta encontrar al príncipe. El joven volvió al lugar que le correspondía, a la mesa del Rey, bajo su tutela . Esta historia me recuerda la princesa que soy, el príncipe que hay en cada uno de nosotros. Cierto es que a veces lo olvidamos, entonces agradecemos que alguien venga a rescatarnos del reino del silencio y nos recuerde nuestro inmenso valor.

Al cabo de unos días recibí un inesperado regalo. Era un sobre a mi nombre que contenía un hermoso cuento escrito por ella , con una delicada dedicatoria escrita a pluma y que conservo como un tesoro. Su título es “El guerrero en la bruma”. En colaboración con la autora escribimos una nueva versión y de mutuo acuerdo lo titulamos “La princesa y el guerrero”.

Es el cuento que acabáis de leer que al fin puede ver la luz. Os lo dedicamos, lectores y lectoras, con mucho cariño.









lunes, 9 de febrero de 2009

UNA PETICIÓN DE AYUDA



Desde este blog nos llega a todos una petición de ayuda. Retiran la custudia de su hija a una pareja por ser discapacitados. Os pido que uséis el enlace para poder acceder directamente a la información.

GRACIAS.


http://el-rincon-de-mari.blogspot.com/

viernes, 6 de febrero de 2009

EN EL PAÍS DE OZ



-Y ahora, ¿cuál es el camino correcto?- se preguntó Dorothy-
¡Aquel me parece un buen camino!- dijo un espantapájaros que cuidaba el maizal, mientras señalaba el camino de la derecha.
- ¿Quién habló?
- Aunque este otro también me parece bien - volvió a hablar el espantapájaros, señalando con la otra mano el camino de la izquierda.
- ¿Has hablado tú?— preguntó Dorothy y el espantapájaros movió la cabeza afirmativamente.
- Dime, ¿cuál es el camino? ¿No puedes decidirte?
- No. No tengo cerebro
- Y entonces, ¿cómo puedes hablar?
- No sé. Pero mucha gente sin cerebro habla mucho ¿ No es cierto?

L. Frank Baum : El maravilloso Mago de Oz *

Cuando llegues a Oz no habrá sido un viaje tranquilo. Vendrá precedido de una gran tormenta y habrás cabalgado en un tornado. Puede que no sepas dónde estás todavía, sólo que ha ocurrido algo en tu vida, de pronto, que la ha trastornado por completo y contemplas un camino nuevo a recorrer. El tornado adopta diversas formas. A veces es una mala noticia, es una enfermedad, una despedida, una pérdida, un amor que desfallece. En otras ocasiones es un cambio alegre y deseado, nuevas metas, un anhelo cumplido, un nuevo horizonte que se abre ante ti.

Y habrás de emprender el viaje, habrás de ponerte en marcha. ¿Qué ven tus ojos? ¿Es un bosque tenebroso que no puedes rodear? ¿ Es un camino brillante, embaldosado de oro y lleno de ilusión?. Te deseo el camino de baldosas. Pero no te engañes. Sea cuál sea la ruta que encuentres ante ti llegará el desánimo y se presentarán dificultades. No faltará quién escriba con humo en el cielo una sentencia amenazante, un mensaje turbador siempre presente : ¡Ríndete...! y a continuación … tu nombre.

Y tendrás que cruzar parajes llenos de peligros aún por descubrir.
Por eso te deseo que encuentres amigos. Rodéate de amigos que puedan ayudarte, pero recuerda que ellos también tienen sus carencias, también buscan cumplir sus sueños, también te necesitan. Por este mundo de Oz se camina mejor acompañado, formando un buen equipo.

- ¡Dime¡ ¿Qué más te falta? ¿Qué te detiene?

A veces nos sentimos incapaces de tomar la decisión adecuada, de elegir el camino correcto, de encontrar la idea salvadora…” Si tuviera un cerebro…”

A veces sabemos cuáles son los pasos necesarios pero nos falta el valor para darlos…”Si tuviera coraje...”

A veces nos detiene la falta de amor. El amor hacia nosotros mismos y hacia los demás que impulse el esfuerzo necesario…” Si tuviera un corazón…”

Algo que aprendí en Oz es que no te conocerás hasta que las dificultades del camino te pongan a prueba. Puede que al esforzarte, al enfrentar los obstáculos descubras que posees aquello que añoras o pensabas que no tenías.

Y si algo no encuentras en ti, busca en la amistad. Descubrirás que no lo puedes tener todo ni hacer todo. Saber pedir ayuda es una virtud y no un defecto. Permite las ideas de otros, contágiate del valor de otros, sorpréndete por lo que querrían hacer por ti aquellos que realmente te aman. Abre tu corazón para dar y recibir.

Ten a tus amigos cerca. Evitarán que el sueño de la confianza te venza y te duermas a las puertas de Ciudad Esmeralda, te mantendrán en guardia, pararán algunos de los golpes, estarán dispuestos a rescatarte de las prisiones de la vida y te harán saber que te necesitan.

No confíes en falsos magos de apariencia deslumbrante y poderosa. No confíes en atajos ni en falsas promesas de sencillez, porque todo aquello que realmente merece la pena tiene su precio y requiere esfuerzo y paciencia.

Así pues te deseo amigos. Te deseo que nunca eches de menos tu hogar. Tu hogar está allí dónde te aman. Estés dónde estés, que siempre encuentres un fuego, un plato caliente y una sonrisa.

Y sobre todo, admira el paisaje al otro lado del Arco Iris, disfruta del viaje mientras dure y valora todo lo que aprendas, sea con lágrimas o risas.

Dedicado con cariño a vosotros y vosotras, quiénes lucháis cada día por vuestros sueños y afrontáis vuestros desafíos cotidianos, grandes o pequeños.

( …y a una cantante sevillana de ojos azules y su equipo que están a punto de lanzar su primer disco.)

Tengo claro quién sería Dorothy pero ¿ Y los otros...?

*El maravilloso Mago de Oz es un libro de literatura infantil escrito por L. Frank Baum e ilustrado por W. W. Denslow, publicado por primera vez en Chicado en 1900. En 1939 se realizó la película El Mago de Oz, dirigida por Victor Fleming.





lunes, 2 de febrero de 2009

DEJADME SOÑAR.






Diario de a bordo 2 de Febrero de 2009.

Hoy, por fin, hemos avistado tierra. Es una pequeña escala, no significa el final del viaje ni mucho menos, pero es un descanso merecido. Nos permitirá reunir fuerzas para continuar la travesía.

Es como un premio. Una meta más de las muchas que quedan por alcanzar. Por fin podemos oír el ansiado sencillo, la primera canción compuesta en exclusiva para Labuat, el primer tema de un disco preparado para ella, con su aportación. Hoy las velas del "Odisea" se parecen más que nunca a grandes partituras mecidas por el viento.

Se ha estado escuchando en cubierta durante toda la mañana y hemos podido conocer todo tipo de opiniones...sea la voz, el aire, los matices, los instrumentos, los efectos, el ritmo, el estilo... yo he preferido dejar los manuales de crítico musical y de técnico de sonido abajo, junto a los mapas y los demás instrumentos de navegación. Ya me preocuparé de todo ello mañana. He buscado un solitario rincón, para escucharlo, al principio con mi habitual y obstinado sentido crítico, después una y otra vez, con los ojos cerrados, una voz de sirena amable me ha ido abriendo las puertas del corazón e inundándolo de sensaciones.

Ilusión. He visto y oído a una joven bella, feliz y sonriente. Sí, ella canta sonriendo. A veces recita la letra en un susurro, como si te hablase al oído, hasta que deja brotar toda la emoción contenida. Parecía danzar con un recuerdo grato y reciente al son de ese compás terciario, mientras atraviesa una feria o un gran parque de atracciones con su circo multicolor. Una feria como las de nuestra infancia, llenas de sonidos, reclamos, emociones desconocidas, melodías que presagian sorpresas…y ella, insistente en su recuerdo, consigue integrar todos estos sonidos y sensaciones en su canción.

Abro los ojos y asiento con satisfacción. El período de calma, tan largo, ha finalizado. No me gustan los períodos de calma, dan demasiado que pensar, demasiado que hablar, a veces incluso nos convencen para hablar sin pensar y nos hacen abrir la puerta a los temores.

Ya despierta el viento y hemos de ponernos en marcha. El horizonte está lleno de nubes. No va a ser una travesía plácida pero nos gusta este viaje. Hay muchos horizontes aún por descubrir y disfrutar en esta aventura. Esto sólo es el principio.

Mañana miraré los mapas. Mañana llegarán los análisis y las síntesis. Hoy dejadme que disfrute del momento. Dejadme soñar… mientras los vientos llenan de nuevo las velas y dejo a buen recaudo la esperanza.

Ulyses.